Entrevista sobre el estreno de MUR#03
Realizada por Diego Alejandro Civilotti para la confección de las notas de programa del estreno de MUR#03 en L’Auditori de Barcelona.
La historia del sintetizador modular y el sampler tiene varias décadas, pero son poco frecuentes en los auditorios. Tampoco existen muchos precedentes junto a orquesta sinfónica. Para quien no los conozca, ¿qué virtudes y posibilidades tienen para la creación sonora y el diálogo con la orquesta?
En mi opinión, la característica principal de los sintetizadores modulares es su capacidad de personalización: cada músico puede diseñar el instrumento según sus intereses y propósitos. Mi aproximación ha sido orientar el instrumento hacia lo performativo, no solo por estar interesado en el acto de la interpretación sino porque una interactividad muy alta posibilita ideas elaboradas, articuladas y flexibles. Ello implica no solo la elección de módulos sino también priorizar el estudiar y conocer el instrumento por encima de comprar y añadir más módulos. Creo que en la escena de música electrónica deberíamos anteponer la disciplina a poseer más y más dispositivos.
MUR#03 forma parte de un ciclo más amplio que dialoga con la tradición musical. ¿Cómo nace este proyecto y el título?
Cada una de las piezas del ciclo MUR está proyectada con relación a una pieza preexistente. Tiene que ver con mi trabajado de programador musical que se manifiesta en una concepción del concierto, no como una adición arbitraria de repertorio, sino como una construcción global que propone una escucha al oyente que va más allá de la suma de las piezas. En este sentido, MUR#03, se ha creado en relación al preludio de Das Rheingold de Richard Wagner. Pero no es una reescritura, ni una reinterpretación ni reutiliza ningún motivo ni material de Das Rheingold. La relación es simplemente que está pensada para ser interpretada antes de la pieza (sin pausa) en el mismo sentido en que un programador plantea la sucesión de piezas de un concierto, lo que no significa en ningún caso una relación menor.
¿Sientes un vínculo especial en algún aspecto con el preludio de El oro del Rin?
El preludio me parece un ejemplo fascinante de una manera casi estática de imaginar la música (algo insólito si tenemos en cuenta las características casi opuestas del pensamiento musical wagneriano) que será propio de estilos y músicas muy posteriores, muy anteriores o bien de otras culturas musicales. Es curioso que se haya dicho y escrito tanto sobre el mítico preludio de Tristan und Isolda; según mi consideración, es el preludio de Das Rheingold el marcadamente inaudito.
¿Podríamos decir que MUR#03 forma parte de una etapa creativa en la que te preocupa especialmente la mirada y la escucha actual hacia el pasado?
En los últimos tiempos me he interesado por ser consciente del mundo al que pertenecemos, que incluye también el pasado. Muchas de las referencias que teníamos se han vuelto difusas o inválidas e intentamos orientarnos en un cruce desigual de muchas tradiciones e influencias culturales diversas. En este contexto, mi interés no está tanto realizar una mirada hacia el pasado sino hacia dentro, aunque a efectos prácticos puede ser un ejercicio similar. Solo esta conciencia puede permitir desarrollar verdaderos rasgos genuinos e individuales, y en cierto modo, la posibilidad de un futuro. Pero esto no ocurre ni más ni menos por hacer una obra que se interpreta junto al preludio de Wagner: se manifiesta en cada una de las decisiones tomadas en la creación de cualquier partitura.